viernes, 28 de noviembre de 2014

Fluido Vaginal y Alteraciones

Fluido Vaginal y Alteraciones


El fluido vaginal normal tiene un PH varía de 4.5 a 5.2, es de color blanquecino claro o transparente, inoloro o con olor dulce que no se percibe claramente. la consistencia, abundancia y mocosidad varía dependiendo del día del ciclo menstual en el que la mujer se encuentre. 


Contiene microbiota natural, incluyendo bacilos de Döderline y glucógeno. Los bacilos se almientarán del glucógeno que se encuentre en la vagina y a consecuencia secretarán ácido láctico para neutralizar a los microorganismos patógenos.


Algunas alteraciones del fluido vaginal se dan por colonización de bacterias u hongos, como las siguientes:





- Candida Albicans

Es un hongo que provoca que el fluido vaginal se vuelva lechoso con aspecto de queso cottage, con olor rancio, ardor y prurito en los labios y vagina, relaciones sexuales dolorosas, disuria y enrojecimiento vulvar.




- Gardnerella vaginalis

Bacteria que provoca que el fluido vaginal sea blanco o grisáceo con olor a pescado que se percibe claramente después de tener relaciones sexuales.




- Trichomona vaginalis

Bacteria que provoca que el fluido vaginal sea espumoso blanquecino o grisáceo con notable olor a mostaza. La paciente presenta disuria, prurito y sintomatología generalizada. En la mayoría de las ocasiones el cérvix se encuentra con coloración roja con apariencia de fresa.


- Chlamydia Trachomatis

Es una bacteria que provoca flujo amarillento con presencia de pus, presenta un olor repulsivo que se percibe con facilidad. La paciente tiene prurito, disuria, dolor poscoital, secreciones anormales y puede desarrollar Enfermedad Inflamatoria Pélvica, uretritis o tracoma. 





Referencias

Patrick R. Murray, Ken S. Rosenthal, Michael A. Pfaller. Microbiología médica. 7a edición. Barcelona, España: Elsevier; 2014

martes, 11 de noviembre de 2014

Enfermedad Inflamatoria Pélvica

Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP)

Se refiere a la infección de útero, trompas de Falopio y ovarios en una mujer.

Puede ser causada por neisseria gonorrhoeae o chlamydia trachomatis. La infección entra por vagina y causa vaginitis. Posteriormente la bacteria continúa ascendiendo y provoca endocervitis purulenta.



La mujer presenta secreciones con pus y dolor abdominal bajo.

La bacteria continúa ascendiendo y causa endometriosis, salpingitis y ovaritis. El pus escapa por las trompas de Falopio e infecta peritoneo. La paciente presenta peritonitis.



Más adelante, el pus invade todo el peritoneo y causa comunicación con el hígado. En este momento, la mujer presenta una perihepatitis producida por una peritonitis secundaria al ascenso de bacterias.

La adherencia bacteriana al hígado es conocida como el síndrome de Fitz-Hugh-Curtis.



Transmisión

La infección es provocada por el establecimiento de neisseria gonorrhoeae o chlamydia trachomatis en el organismo, contagiado por contacto sexual, un parto, colocación de dispositivo intrauterino, aborto espontáneo o terapéutico, todos estos en condiciones insalubres.


    



El riesgo de transmisión se incrementa si el compañero sexual presenta alguna de estas dos bacterias, promiscuidad, infecciones de transmisión sexual previa, inserción previa de DIU, comienzo de actividad sexual antes de los 20 años.


Síntomas

Los síntomas más comunes son fiebre, dolor pélvico o lumbar, secreción vaginal con color y olor anormal, escalofríos, cansancio extremo, sangrado poscoital, disuria, inapetencia, vómito, náuseas, sangrado anormal, poliuria, cólicos menstruales, amenorrea.

          


Pruebas y exámenes

Ante la sospecha de una posible Enfermedad Inflamatoria Pélvica, el médico debe examinar la pelvis en busca de fluidos vaginales, dolor en cuello uterino, sensibilidad en útero, trompas de Falopio y/u ovarios, y sangrado uterino.

Los exámenes que se indican son Proteína C Reactiva (PCR), tasa de sedimentación eritrocítica, conteo leucocitario, exudado vaginal, ecografía, tomografía, prueba de embarazo.


Tratamiento

El tratamiento incluye antibióticos (ciproflozacina y trobafloxacina) y reposo en caso de presentar un cuadro de EIP leve.

En un cuadro grave se requiere hospitalización, antibióticos por vía intravenosa y por vía oral.

Así mismo, su pareja sexual también debe de recibir y finalizar el tratamiento.                                                             


Referencias

Ricci A Paolo, Solà D Vicente, Pardo S Jack. SÍNDROME DE FITZ-HUGH-CURTIS COMO HALLAZGO DURANTE CIRUGÍA GINECOLÓGICA. Rev. chil. obstet. ginecol.  [Revista en la Internet]. 2009  [citado  2014  Nov  28] ;  74( 3 ): 189-193. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75262009000300009&lng=es.  http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75262009000300009

Medline Plus. Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP)[Internet]. EUA. Medline Plus [actualizado el 5 de agosto de 2013, citado el 11 de noviembre de 2014] Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000898.htm

jueves, 30 de octubre de 2014

Preeclampsia

Preeclampsia

Es una afección que se desarrolla cuando una mujer embarazada sufre de hipertensión arterial y proteinuria después de la semana 20 de gestación.

Causas

Se desconoce la causa exacta de la patología, pero se tienen posibles causas:
  • -          Obesidad
  •             Edad mayor a 35 años
  • -          Dieta alimentaria desbalanceada
  • -          Cardiopatías
  • -          Enfermedad cardiovasculares
  • -          Enfermedades autoinmunes
  • -          Antecedentes de preeclampsia
  • -          Diabetes o antecedentes de hipertensión arterial
  • -          Antecedentes de enfermedades renales
  • -          Embarazos múltiples













Síntomas

No hay síntomas específicos o signos patognomónicos que nos indiquen la presencia de la hipertensión. Sin embargo, las mujeres puedes presentar edema en manos y cara, aumento de peso repentino en un periodo de 1 a 2 días.

En la preeclampsia graves se presenta cefalea, dolor abdominal en flanco o hipocondrio derecho (por debajo de las costillas). El dolor se puede irradiar a hombro derecho, lo cual hace que se pueda distinguir con acidez gástrica, dolor en vesícula biliar, infecciones estomacales o movimientos del propio bebé.

Algunos otros síntomas abarcan: irritabilidad, oliguria, náuseas, vómito, pérdida temporal de la visión, visión borrosa o fotosensibilidad.


Pruebas y exámenes

El médico deberá de verificar los niveles de la tensión arterial. Los niveles normales se sitúan de 60-90 en diástole y 90-140 en sístole; una tensión arterial de 140/90 o superior a esta, nos indica hipertensión.

Se evaluará el grado de hinchazón en manos y cara, y la cantidad de peso perdido en relación al tiempo.

Los exámenes incluyen: conteo plaquetario inferior a 100000, enzimas hepáticas aumentadas, proteinuria, tiempos de coagulación y exámenes para verificar la salud del bebé.

Así mismo, se recomienda realizar una ecografía, cardiotocografía y ultrasonido.




Tratamiento

No existe un tratamiento para  eliminar la preeclampsia, únicamente después de dar a luz el bebé.

Un parto prematuro está indicado a partir de la semana 37 de gestación, que es cuando el bebé ya se encuentra mejor desarrollado.

Sin embargo, si la preeclampsia se diagnostica a principios del embarazo, la madre será administrada con tratamientos paliativos. Se indica descanso sobre el lado izquierdo, ingesta de líquidos, disminución de ingesta de sal, consultas ginecológicas frecuentes y medicamentos que reduzcan la hipertensión.



Es necesario el parto o la cesárea prematura en caso de: hipoxia fetal, presión sistólico mayor a 110 mmHg durante más de 24 horas, alteraciones en las pruebas de función hepática, cefaleas intensas, dolor abdominal severo, convulsiones (eclampsia), edema pulmonar, síndrome de HELLP, conteo plaquetario muy bajo, hemorragias. 



Referencias

Medline Plus. Preeclampsia[Internet]. EUA. Medline Plus [actualizado el 23 de agosto de 2012, citado el 30 de octubre de 2014] Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000898.htm